Los gobiernos a menudo emiten bonos para crear dinero para financiar el costo de carreteras, escuelas, puentes u otra infraestructura. En algunos países, el costo de la guerra también puede generar la necesidad de recaudar fondos. Los bonos generalmente tienen un vencimiento de diez años o más y se consideran inversiones a largo plazo.
Los bonos corporativos son emitidos por empresas para permitir que su negocio crezca. La emisión permite a las empresas comprar bienes inmuebles y equipos y emprender proyectos lucrativos. Los ingresos adicionales también se pueden utilizar para investigación y desarrollo, o para la contratación de personal. Los bonos pueden resolver este problema al permitir que muchos inversionistas individuales tomen prestado dinero en caso de que las empresas requieran más dinero del que puede prestar un banco típico. La deuda corporativa puede variar desde extremadamente segura hasta extremadamente riesgosa.