Conceptos Operativos

Antes de empezar a operar, necesitas saber esto

El trading financiero abarca cuatro aspectos esenciales para lograr una gestión eficaz.

1. RENDIMIENTO

La medición constante del rendimiento es crucial para evaluar la efectividad de la cartera. El seguimiento de indicadores clave permite identificar áreas de mejora y tomar decisiones efectivas. El análisis de la relación entre riesgo y rentabilidad es fundamental, ya que indica cómo los beneficios se correlacionan con los riesgos asumidos.
La asignación de activos implica decidir cómo distribuir el capital entre diferentes tipos de inversiones, como acciones, bonos y efectivo. Al mezclar distintos activos, se busca reducir el riesgo. La combinación estratégica de activos de diferente naturaleza puede amortiguar el impacto de pérdidas en una clase de activos al beneficiarse de ganancias en otra.
La diversificación es una extensión de la asignación de activos, donde se busca reducir aún más el riesgo al invertir en una variedad de valores, mercados y sectores. Al diversificar, se disminuye la exposición a pérdidas en un activo en particular y se protege el capital global. Diversificar también puede aumentar el potencial de retorno al aprovechar oportunidades en diversas áreas.
El mercado financiero es dinámico y los activos cambian de valor con el tiempo. La reestructuración implica ajustar la cartera periódicamente para mantener el equilibrio. Cuando algunos activos ganan terreno y otros retroceden, la ponderación inicial de la cartera puede desviarse.
La tolerancia al riesgo es un factor esencial en la gestión de cartera. Se busca un equilibrio entre riesgo y rentabilidad que se alinee con las preferencias y objetivos del inversor. Asumir demasiado riesgo puede llevar a ganancias considerables, pero también a una pérdida significativa. La cartera óptima encuentra el punto medio entre estos extremos, considerando siempre la comodidad del inversor.

2. LIQUIDEZ Y APALANCAMIENTO

El apalancamiento es una estrategia que permite a los traders controlar una cantidad mayor de capital en el mercado utilizando una inversión relativamente pequeña. En otras palabras, el apalancamiento amplifica la exposición a los movimientos del mercado. Al utilizar el apalancamiento, un trader puede multiplicar sus ganancias potenciales, pero también aumenta el riesgo de pérdidas. Es una herramienta poderosa que puede aumentar la rentabilidad, pero también requiere una gestión cuidadosa del riesgo.
Para aprovechar el apalancamiento, los traders deben mantener fondos en su cuenta de trading como garantía, conocidos como margen. El margen inicial es la cantidad de capital necesaria para abrir una posición apalancada. Es un porcentaje del valor total de la posición y puede variar según el bróker y el instrumento financiero. El margen de mantenimiento es el nivel mínimo de margen que debe mantenerse en la cuenta para que la posición siga abierta. Si el margen cae por debajo de este nivel, el bróker puede realizar un «stop out» y cerrar la posición automáticamente.
El stop loss es una herramienta vital en la gestión de riesgos al utilizar el apalancamiento. Es un nivel de precio predefinido en el que se cierra automáticamente una posición para limitar las pérdidas. El stop loss actúa como un mecanismo de protección, ayudando a los traders a controlar el riesgo y evitar pérdidas significativas en caso de movimientos adversos del mercado. Colocar un stop loss adecuado es esencial para mantener la disciplina y proteger el capital de operación.
Resumiendo, la combinación de liquidez y apalancamiento permite a los traders acceder a oportunidades de mercado que de otro modo podrían estar fuera de su alcance. Sin embargo, el apalancamiento también aumenta la exposición al riesgo, lo que hace que la gestión cuidadosa de la liquidez y la implementación de estrategias de control de riesgos, como el uso adecuado de márgenes y stop loss, sean fundamentales para operar de manera exitosa y sostenible.

3. GESTIÓN DE RIESGO

El trading ofrece la posibilidad de obtener beneficios financieros significativos al operar en base a los movimientos de los precios de los activos. Los riesgos en el trading provienen de la volatilidad del mercado, eventos imprevistos y falta de predicción precisa en las tendencias. Los traders deben reconocer tanto los beneficios como los riesgos antes de efectuar las operaciones y desarrollar estrategias para gestionar y mitigar esos riesgos.
La gestión del riesgo implica un enfoque sistemático para proteger el capital y minimizar las pérdidas. Los pasos clave en este proceso son la identificación, el análisis, la minimización y la aplicación de soluciones. Primero, se deben identificar los posibles riesgos asociados con una operación o inversión. En adelante, se analizan estos riesgos en términos de probabilidad y posibles impactos. A continuación, se buscan formas de minimizar los riesgos a través de estrategias como la diversificación, el uso de stop loss y la asignación adecuada de capital con el objetivo de maximizar el potencial de beneficios.
El stop loss es una herramienta esencial en la gestión del riesgo. Consiste en establecer un nivel de precio predefinido en el que se cerrará automáticamente una posición para limitar las pérdidas. El stop loss actúa como un mecanismo de protección al permitir que un trader salga de una operación antes de que las pérdidas aumenten más allá de un punto aceptable. Colocar un stop loss adecuado es una forma efectiva de gestionar el riesgo al operar, ya que ayuda a controlar las pérdidas y proteger el capital.
La disciplina es un componente esencial de la gestión del riesgo. Mantenerse fiel a una estrategia de trading y seguir las reglas predefinidas puede ayudar a evitar decisiones impulsivas basadas en emociones. Mantener una mentalidad disciplinada y objetiva es clave para mantener una gestión efectiva del riesgo y lograr resultados consistentes en el trading.
La gestión del riesgo es una parte fundamental del trading exitoso. Mantener un enfoque estructurado de identificación y análisis de riesgo, utilizar herramientas como el stop loss y mantener la disciplina son aspectos esenciales para proteger el capital y lograr un rendimiento sostenible en los mercados financieros.

4. COMISIONES

Las comisiones son costos asociados a la ejecución de operaciones financieras a través de un bróker. Estas tarifas pueden variar según la plataforma y el tipo de instrumentos financieros que se negocien. Conocer y comprender las diferentes comisiones es esencial para evaluar los costos totales y tomar decisiones claras.
Es la cantidad que resulta de la diferencia entre el precio de compra (precio ask) y el precio de venta (precio bid) de un activo financiero. Puede ser la ganancia del bróker por facilitar la transacción. Un spread más amplio indica una mayor brecha entre los precios de compra y venta, lo que puede afectar la rentabilidad de la operación.

Además del spread, como explicábamos en el apartado de Comisiones, los brókers pueden aplicar una comisión por cada transacción realizada. Esta comisión es un costo adicional que se suma al spread y puede variar según el tipo de instrumento financiero y la plataforma de trading.
Los swaps se clasifican en tipos de interés y tipos de cambios. Los swaps de tipo de interés se caracterizan porque una de las partes debe pagar flujos monetarios de intereses fijos, a cambio de que la otra parte pague por medio de intereses variables.
Cuando se opera con instrumentos que cotizan en una moneda diferente a la de la cuenta de trading, los brókers suelen cobrar cargos por la conversión de divisas. Estos cargos se aplican cuando se cambia una moneda por otra para realizar una operación. Los traders deben estar atentos a estos cargos, ya que pueden afectar el rendimiento de sus operaciones, especialmente en mercados internacionales.
Las comisiones overnight se aplican a las posiciones que se mantienen abiertas durante la noche. Estas comisiones suelen estar fijadas en dólares por día y por lote de operación. El monto de estas comisiones varía según el instrumento que se esté negociando y puede influir en la decisión de mantener o cerrar una posición antes de que se acumulen costos adicionales durante la noche.